La persistencia de la memoria. Salvador Dalí.

 La persistencia de la memoria.

Por fin tengo oportunidad de compartirles otro blog sobre la pintura de Dalí, y ésta vez comentaré una imagen muy especial para mí, mi primer contacto con el surrealismo, que es además una de las más representativas del movimiento surrealista y por la mayoría de nosotros conocida y admirada. En esta pintura aparece  por primera vez una de las imágenes mas constantes en la obra de Dalí: Los «relojes blandos», quienes actúan como metáfora de la efímera naturaleza de la humanidad, nuestra inevitable decadencia y nuestra subsecuente obsesión con la carrera que el tiempo emprende contra nosotros.

En  La persistencia de la memoria, notamos primeramente un contraste de consistencias, resaltando sobre un paisaje realista. Hay un retrato blando de Dalí que yace sobre rocas, y un extraño bloque como duro contraste a la blandura del reloj que se escurre, que se derrite sobre él, y contrastando además con esa cabeza blanda.El reloj que se derrite sobre el bloque enfatiza la diferencia de sustancias, otro más cuelga de un árbol muerto, mientras un tercero lo hace sobre el rostro blando de Dalí, de igual forma, vencido por el tiempo.

En su autobiografía, Dalí explica que la imagen de los relojes blandos vino a él después de contemplar el queso Camembert súper suave. Dalí escribió que Gala, a quien siempre pintaba «dura», lo protegía de la dureza de la realidad, de tal modo que » mientras para el mundo exterior asumo más y más la apariencia de fortaleza, por dentro sigo envejeciendo en la blandura, en la súper blandura»…

En mi opinión ésta es una de la s mejores interpretaciones de la obra, es conocido que la asociación libre de ideas es un método usado por el psicoanálisis, y también el modo en que impactó a Dalí el trabajo de Freud, tanto que desarrolló el método  paranoico crítico  con el cual relaciona objetos con características habitualmente  asociadas a otros. Hay quienes dicen que Dalí pintó primeramente el paisaje de fondo, a partir de la imagen del lugar a que asistió un verano anterior, y que al no hallar que agregar al cuadro, acudió a ese método paranoico crítico de la asociación libre de ideas, y proyectó a la imaginación la imagen de su cena, un queso Camembert; trascribiendo todo lo que de su imaginación emanó al respecto obtuvo primeramente la imagen del reloj blando sobre el árbol de olivo. – Los relojes aparecen al estar pendiente de la llegada de Gala, viendo la hora continuamente-.La otra imagen irracional inicial que obtuvo  y que después fue embestida de significado, es la imagen de un feto abandonado en la playa, la misma imagen del rostro de Dalí blando es a su vez la imagen del feto abandonado en la playa, ésta hace referencia a la memoria de la vida intrauterina, profesada por Dalí, y al trauma del nacimiento. En tal interpretación el reloj blando situado sobre el feto evoca la sensación de atemporalidad de la vida prenatal. El título en tal caso alude a la memoria prenatal y el fondo al » horrible trauma del nacimiento, por el cual somos expulsados del paraíso»

El paraíso, para Dalí, es entonces, la incosciencia de la muerte.

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Los relojes blandos en la obra de Dalí

En la pintura de Dalí, casi cualquier objeto puede ser blando, por lo general, dicen algunos críticos,  indica su condición de espectro, de fantasma,  de  vestigio consciente del mundo de los sueños. En el caso de los relojes, sin embargo, la imagen tiene implicaciones más profundas, aludiendo a la  relatividad de la interacción espacio- temporal. Lo blando para Dalí es lo mortal, lo consumible, lo sustancial contra poniéndose a lo duro, impenetrable e irreductible en principio al conocimiento.

La hormigas, otro constante en la obra de Dalí son símbolo de muerte y decadencia de la humanidad, pues como las hormigas, poco a poco; de día, de noche, en el día a día..la muerte nos va devorando…

El mismo tiempo es víctima de sí mismo, por eso os relojes son blandos: Nuestros conceptos, nuestra ciencia, nuestro pensamiento son también blandos, algún día terminarán devorados por las hormigas cuando nuevos conceptos, nuevas ciencias nos rebasen  y nos desplacen, nos  borren de la memoria del mundo…Ahora que lo pienso, no recuerdo haber visto en la obra de Dalí hormigas blandas…¡¿Acaso  el artista pensó que la muerte y la decadencia humana son eternas?!…¿No  habrá muerte y decadencia para el para esos mismos conceptos?

Yo pensaría que al borde del mar -al borde de la vida- en la playa, abandonado y decadente queda el hombre consumido por la muerte; en torno a él queda la vida, queda el mundo y todo lo que lo conforma, sin nadie que lo habite; la vida queda sin nadie que la viva…ese correr de días, ese espacio donde alguna vez se gestó…y me recuerda unas letras de Wislawa Szymborska, en el poema ‘Museo’, una reflexión acerca del poder de las cosas, que sobreviven a los pobres mortales y a sus sentimientos. Así, los platos perduran sobre el apetito; las alianzas, sobre el amor; el abanico sobrevivió al rubor; las espadas, a la ira. Todos —“arcilla”, “plumas de pájaro”, “metales”, “coronas”, “guantes”, “zapatos”— forman un ejército de objetos que sobrevivieron a sus dueños, ganando para sí una eternidad no permitida al ser humano. En éste caso el mundo sobrevive a  la naturaleza, y la vida, a quien la vive.                             

Mary Rodríguez